El pasado mes de Octubre en nuestra urbanización, los vecinos de la calle Mosén Sol y Paisana, vivieron momentos de intenso dramatismo, cuando vieron amenazadas sus propiedades y bienes personales debido a las intensas lluvias acaecidas en la última quincena de dicho mes, las cuales se prologaron durante los meses de Noviembre y Diciembre.
Como resultado de estas intensas lluvias, se han presentado una serie de deslizamientos importantes de terrenos en toda la geografía de nuestro ámbito, que han repercutido de forma negativa en el desplazamiento del tráfico a través de nuestras vías y han expuesto de manera evidente las debilidades de nuestra urbanización.
Haciendo historia, el proyecto de urbanismo de El Marqués data de mediados de la década de los años 50. En los años 60 se inician las construcciones de las primeras viviendas en la calle Mosén Sol (antigua Sorocaima) y Terepaima, así como de edificaciones emblemáticas como nuestra Iglesia, María Madre de la Iglesia. Este resumen histórico refleja que lo edificado tiene una edad aproximada de 45 años y el urbanismo más de 55 años. Desde sus inicios hasta el presente, la urbanización ha experimentado un crecimiento y transformaciones de considerable magnitud en su infraestructura. (*)
A lo largo del tiempo los factores naturales también han realizado su trabajo de transformación en el paisaje conocido. Una gran parte del territorio de Venezuela se encuentra en zonas sísmicas y la zona metropolitana es una de ellas. Las capas tectónicas del planeta, están en constante movimiento, casi imperceptible para el humano, así que pareciera que la Tierra quisiera recuperar y conquistar el espacio ocupado por nosotros de manera irresponsable.
La implantación de las edificaciones de nuestro ambiente urbano, fue básicamente a través de cortes en el terreno, a fin de lograr parcelas con áreas medianamente planas, pero esta práctica también dejó extensiones de la misma con unas pendientes pronunciadas, taludes, que en teoría no eran factibles para la construcción, pero en la práctica sucedió todo lo contrario.
El hombre en su ambición y necesidad de espacio, ha construido de manera irracional creciendo sus viviendas hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados, adelante y atrás, irrespetando los retiros impuestos por las ordenanzas de zonificación de los Municipios. En la mayoría de los casos estas ampliaciones o anexos no cuentan con un proyecto a cargo de un profesional responsable que evalúe la factibilidad de construcción y proporcione una repuesta adecuada a la problemática de cada parcela y a la necesidad de cada propietario.
Como consecuencia de esto, dichos taludes han estado sometidos a una sobrecarga considerable (el peso de las construcciones) y a una mala praxis en cuanto a la canalización de las aguas de lluvia y servidas, situación que ha estado a la vista de las autoridades competentes de los gobiernos locales que no han tomando las acciones para corregir semejantes atropellos.
De igual modo, las instituciones del Estado, no han tomado las previsiones sobre la erosión natural de los terrenos y ha permitido que el servicio de transporte público circule entre las calles de la urbanización, construidas al borde de los taludes, que no fueron protegidos por pantallas atirantadas para impedir las fallas de borde. La planificación de estas calles no preveía el constante tránsito de vehículos de mayor peso que el de los automóviles particulares y el eventual paso de camiones de servicio de Aseo Urbano, o autobuses escolares.
A esta situación hay que sumarle una variable importante en la ecuación, la composición de los taludes y suelos de la zona, conformados por rocas metamórficas del tipo esquisto cuarzo micáceo que en la actualidad presentan un estado muy meteorizado y fracturado, al límite del suelo residual (RMbf) y como se dijo antes los terrenos están en movimiento por ende los taludes lo están también.
Lo anteriormente expuesto ha contribuido de manera negativa conjuntamente con la variación climática global. Los torrenciales aguaceros acaecidos en los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre, crearon situaciones que desencadenaron una serie de eventos como el colapso de estas estructuras naturales y con ello las estructuras construidas (viviendas) involucradas.
El Consejo Comunal TEPUCHAMOY a través de los Voceros del Comité de Infraestructura Urbana y Vial, viene adelantado gestiones y tramitando inspecciones con las autoridades competentes, tanto de los gobiernos locales como estadales, para buscar soluciones a corto, mediano y largo plazo a esta tan dramática problemática que enfrentamos hoy día.
Para más información de las actividades del Comité de Infraestructura Urbana y Vial, puede visitar nuestro blog:
http://infraestructuracctepuchamoy.blogspot.com/
O comunicarse a través de nuestro correo electrónico:
comitedeinfraestructura@gmail.com
Por:
Arq. Mauricio E. Figuera.
Bibliografía:
(*) “Cita y Folklore”,
http://citayfolklore.blogspot.com/2009/07/historia-de-la-urbanizacion-el-marques.html.
De la Lic. Yayitta Rainero
