Reflexión de cierre del año.

Para muchos, la llegada de las fechas decembrino es motivo para echar una mirada crítica a las actuaciones que como persona hemos realizado durante el año que está próximo a terminar. Sopesamos las buenas acciones con las no tan buenas; el tiempo que perdimos en luchas injustificadas o del tiempo que otras personas nos hicieron perder en su afán de llevarnos a su territorio. Ese territorio hostil donde no se suma sino que se resta, donde se permanecen los que acostumbran controlar, por el simple hecho de controlar, sin permitir que fluyan acciones e ideas ajenas.

Como servidores públicos, también evaluamos los resultados obtenidos de nuestras gestiones ante los entes gubernamentales, de manera de re formular estrategias de acción y tomar decisiones para enfrentar a futuro las problemáticas que hoy nos atañen como comunidad.

La experiencia obtenida desde el inicio de esta gestión, nos ha llevado a ratificar muchas cosas que antes, como habitantes de este municipio desconocíamos. Como ejemplo, tenemos el abanico de Direcciones, Divisiones, Gerencias, Institutos Autónomos, Fundaciones, Ministerios, Cámara de Concejales, Salas de batalla… que ofrecen las Alcaldías Municipales y Metropolitanas, Gobernaciones y el Estado Central, como instancias de participación Ciudadana en el proceso de conseguir soluciones a los problemas del país.

El trabajo de los voceros de las Unidades de un Consejo Comunal, como representante de la comunidad (electo en elección popular), ante los entes gubernamentales no es tarea fácil. Sobre la espalda se lleva el peso de la responsabilidad de gestionar la solución a la problemática que aqueja a la comunidad que representamos de manera voluntaria y sin mayor beneficio que la esperanza de lograr la solución.

Infortunadamente, somos un pueblo acostumbrado a actuar en contingencia y no en prevención y mantenimiento. No tenemos diseñados cronogramas de asistencia en los renglones básicos de infraestructura como son reparación, limpieza y desmalezamiento de las aceras; bacheo y reasfaltado de las calles; limpieza, nivelación y reparación del alcantarillado; estabilización de taludes; revisión y reparación de tuberías de aguas servidas y claras, que son tareas o actividades propias de los entes gubernamentales y que ahora son vistas como “Proyectos” a ser desarrollados por las comunidades organizadas.

Seguimiento, mantenimiento y constancia, son las palabras clave ante las diversas situaciones que vivimos en la gestión de las soluciones. Así también, son clave la ausencia total de respuesta del funcionario Público, las citas canceladas a último minuto, horas de antesala al funcionario, los cambios en los proyectos aceptados o el hecho de que sean desechados unilateralmente, sin previo aviso, por las autoridades involucradas o por la burocracia que sólo retrasa la solución de las problemáticas; el desconocimiento del funcionario de sus competencias, que nos lleva a la “discrecionalidad” del funcionario; la falta de recursos bien sea por asignación o por recaudación.

Es compromiso de los Voceros del Comité de Infraestructura Urbana y Vial, continuar la labor de gestión y seguir tramitando acuerdos, tanto con los gobiernos locales como estadales, para la búsqueda de soluciones a la problemática que nos afecta como urbanización.

Por:

Arq. Mauricio E. Figuera.